¿Se imagina trabajar desde un velero y dirigir a su equipo a distancia? Maren Wagener fundó en 2008 en Hamburgo la empresa de TI Vast Forward, que ahora dirige con su marido desde un velero. La empresa ofrece servicios de gestión de proyectos y programación para agencias y cuenta con siete jefes de proyecto que trabajan en distintos lugares. La comunicación se realiza principalmente por correo electrónico, Skype y teléfono.
Hace unos 2.500 años, el filósofo griego Heráclito formuló una atrevida tesis: "La única constante del universo es el cambio". Esta afirmación es tan cierta ahora como entonces.
Cuando la URSS se derrumbó a principios de la década de 1990, los expertos de la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos hablaron del mundo VUCA. VUCA significa volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad.
El mundo VUCA desempeña hoy un papel fundamental, especialmente en el contexto de la digitalización. Las tendencias relevantes aquí incluyen la creciente digitalización de diferentes áreas, las cambiantes demandas de los clientes, los servicios nuevos e individualizados, la creciente globalización, los nuevos entornos de trabajo y el cambio demográfico; estas tendencias están siendo investigadas por los investigadores del Zukunftsinstitut o Trendone, por ejemplo.
Sobre la base de estas tendencias, pueden derivarse los siguientes factores de éxito para las empresas:
Estos factores de éxito pueden clasificarse básicamente en dos dimensiones basadas en un modelo de Dave Ulrich y Kim Cameron et al.
La primera dimensión es la operativa-estratégica. Lo crucial aquí es si las tareas son operativas a corto plazo o estratégicas a largo plazo.
La segunda dimensión es la humano-tecnológica. Aquí lo crucial es si las tareas se basan más en las personas o en las tecnologías.
Hay cuatro áreas que contienen tareas y funciones para la gestión en la era digital; esto se ilustra en la siguiente figura.
A continuación se explican brevemente las cuatro funciones del directivo en la era digital:
El innovador se preocupa por el largo plazo y se centra en los empleados. Esta persona moldea activamente la transformación digital y la renovación de la empresa y trabaja para transformar la cultura corporativa. Son abiertos y fomentan activamente la novedad. Apoyan a los empleados y su voluntad de dar forma a la transformación digital. La principal labor del innovador es centrarse en la información, concienciación y cualificación de los empleados.
El hacedor también está orientado al largo plazo; pero se centran en las tecnologías y la estrategia corporativa que sirven a la transformación digital. Tienen en cuenta las nuevas tecnologías e incluyen un enfoque claro sobre cómo cambiar desde el punto de vista tecnológico. El principal objetivo del hacedor es anticiparse a las tendencias (tecnológicas), aprovechar las oportunidades en una fase temprana y utilizarlas a largo plazo.
El coordinador, al igual que el ejecutor, se centra en las tecnologías que se van a utilizar en las actividades operativas. Esto incluye herramientas que apoyan la colaboración. Por ejemplo, Wunderlist, Trello, etc. Mediante el uso de las tecnologías existentes y el aprovechamiento de los potenciales digitales, se puede mejorar el rendimiento, y en particular los procesos, dentro de la empresa.
El mentor se centra en el corto plazo y en los empleados. Crean un compromiso con los temas digitales entre los empleados diseñando su trabajo diario en consecuencia y promoviendo su rendimiento individual.
Como ocurre con muchos modelos de conducta para empleados y líderes, la persona no ocupa su papel en exclusiva, sino que lo ocupa junto con otros con un enfoque común en los temas principales. Desde el punto de vista de la gestión, también es necesario ocupar distintos papeles, en función de la tarea, el objetivo, la situación y el personal. Estamos hablando de ser un líder híbrido.
Un metaestudio del Instituto para la Cultura del Liderazgo en la Era Digital recopiló varios factores de éxito importantes para el liderazgo en la era digital:
Combinados con las diferentes funciones, estos factores de éxito proporcionan una base sólida para el liderazgo en la era digital. ¿Quién sabe si en el futuro todos trabajaremos desde el lugar que queramos, por ejemplo un velero, mientras dirigimos con éxito a nuestros equipos en la era digital?
La conocida cita del poeta alemán Goethe es aplicable en este caso: "No basta con saber, hay que aplicarlo; no basta con querer, hay que hacerlo".